Francisco Javier González / Aquellas Chivas irresistibles Francisco Javier González (03 octubre 2024)

 Que Boca busque a un argentino en el exterior es como si a la Virgen le hablara el Arcángel: no se puede decir que no.

En el primer caso supondríamos que no hay un elemento religioso como sí sucede en segundo, pero no podemos estar seguros. El nombre de Boca -y de River para que nadie se sienta afectado- pueden mover montañas aun con contrato vigente. El llamado es irrenunciable aún en las peores épocas en lo económico o en lo deportivo. Se informa que Fernando Gago es el nuevo ungido por el equipo xeneize.

Chivas, por su parte, puede quedarse como el chinito: nada más mirando. Ya le sucedió varias veces recientemente. Paunovic no quiso continuar pese a tener contrato. Fernando Hierro, el encargado del proyecto actual, se marchó a Arabia Saudita. Y Gago, cuyo compromiso expira en diciembre, también abandonaría al Rebaño, otrora sagrado.

Se puede cuestionar quién firma los contratos en el Guadalajara para convertirlo de un equipo que despedía entrenadores y futbolistas a tutiplén, en otro al que hora sus personajes importantes le dicen adiós. Pero el documento laboral tiene menos importancia que el interés por permanecer ahí. Chivas ha sido un orgullo histórico al que todo mundo quería llegar. Salvo los atlistas y los americanistas, era una meta profesional, una ensoñación.

Pero con orgullo ya no se llega muy lejos. Aunque duela, el futbol mexicano en general y el Guadalajara en particular, no son más un oasis. Es un equipo expuesto a que alguien tenga una mejor oferta para salir de él, o bien no reúne las condiciones competitivas y de mentalidad que inviten a echar raíces, como fue el caso de Paunovic, cansado de empujar a un plantel que no se exigía a sí mismo.

Gago no ha hecho un mal papel ni mucho menos. Le ha dado continuidad y sello a un proyecto competitivo que resalta pese a su falta de grandes individualidades. Los resultados no le alcanzan para mandar en la Tabla por su eterna falta de gol, pero tiene futbol para hacerlo si mantiene el camino y encuentra esa pieza.

Si Boca, en otra de sus acostumbradas crisis se lleva a Gago, no será culpa ni de Amaury Vergara, ni de los abogados que redactaron su contrato. Lo será de un futbol que aun con sus cuadros más legendarios no es atractivo mas que para el mercado casero.

Fernando tendría que atender las cláusulas de su contrato para poder disolverlo, sabiendo que, además, nadie le había hablado de renovarlo antes de que Boca se metiera a la ecuación.

El futbol es un negocio y sus actores trabajan en él. La pasión para decidir donde trabajar o permanecer existe solamente en unos cuantos casos. Boca, para infortunio rojiblanco, es uno de ellos. En espera de que se confirme todo lo que se ha dicho, en lo que tiene que pensar el Chiverío es con quién suplir a Gago. En México sí puede encontrar a alguien que le apasionen esos colores.

X: @FJG_TD