David Faitelson / Respetar los tiempos David Faitelson (20 septiembre 2024)

 

Tiremos la controversia de forma directa, tal y como es: el beisbolista de los Dodgers, Shohei Ohtani, hace ver a Babe Ruth justamente como les encanta a los japoneses que se vea: como un cuento de caricaturas.

Siempre fue complejo comparar tiempos: ¿Pelé hubiese sido el mismo en esta época junto a Messi y a Cristiano? ¿Habría dominado Muhammad Ali el boxeo como lo hacía 40 años atrás? ¿Jesse Owens era tan completo como Carl Lewis o Usain Bolt? ¿Podría Jordan "volar" hoy como lo hacía en sus días de gloria con los Chicago Bulls? No hay respuestas contundentes para esas cuestiones, lo que sí hay es una irrefutable presencia de "grandeza" que transforma a esos deportistas en seres supremos, sea cual fuese el tiempo y el espacio que hayan ocupado en la historia de la humanidad.

El debate en Estados Unidos ha "saltado" por todos los medios. Y es que no se trata de un nombre y de una figura cualquiera, se trata del llamado "Sultán del beisbol" y una de las figuras más icónicas del deporte y diría que de la cultura popular norteamericana: el mismo George Herman "Babe" Ruth. Y todo ello porque el pelotero japonés, Shohei Ohtani, se inventó anoche un club que hasta ahora no existía: el de "los 50-50", es decir, acumular en una sola temporada 50 o más jonrones y 50 o más bases robadas.

Una, podríamos decir, "endemoniada" combinación de poder y velocidad jamás vista. Y si a ello agregamos el hecho de que Ohtani también es un pitcher abridor con grandes números -este año no está lanzando luego de haberse sometido a una operación de reconstrucción del ligamento del codo- entonces encontraremos a un beisbolista jamás visto antes, un verdadero fenómeno capaz de hacerlo todo con una sonrisa en la cara y con una limpieza extraordinaria, dentro y fuera del campo de juego, más allá de la polémica que involucró hace poco a su intérprete y amigo en millonarias apuestas deportivas ilegales.

Ohtani es lo que nunca habíamos visto en un jugador de beisbol. Es el "pelotero perfecto", porque es capaz de mostrar un dominio extraordinario sobre lo que intente hacer. La diferencia entre batear lejos y tener velocidad en las bases siempre era evidente en el juego. El jugador pesado, poderoso, bateaba y el versátil y rápido fildeaba y corría las bases. Incluso, para preservar la longevidad de esos grandes toleteros se inventó una posición: la del bateador designado. Este japonés lo hace todo y lo hace bien.

Hay dos corrientes de pensamiento encontradas en nuestra generación sobre estos temas: primero, que todo lo anterior es mejor que lo que vemos hoy, y la segunda, que tenemos prisa por decir que estamos viendo al mejor de la historia porque a nosotros nos tocó verlo. Cualquiera de las dos posturas parecen equivocadas.

Creo que el equilibrio, el entendimiento y reconocimiento de cada época debe ser parte del análisis o de la comparación. Ruth viajaba en ferrocarril, no contaba con los avances tecnológicos aplicados al deporte de alto rendimiento y lo hacía con una pelota que volaba menos. Ohtani viaja en un avión fletado para el club, utiliza guanteletas, bates personalizados, tiene médicos y entrenadores que hora tras hora están pendientes de hacerlo rendir más.

Ruth enfrentaba a pitchers que difícilmente alcanzan las 90 millas -o no había forma de medirlo- y Othani enfrenta lanzadores cuyo promedio es de 94, 96 millas por lanzamiento. Ruth jugaba bajo la luz del día -que generaba más reflejos o destellos-, Ohtani lo hace en estadios perfectamente iluminados. ¿Cómo lograr una comparación que sea justa?

Es imposible. Los tiempos deben respetarse, aunque ello signifique tener miedo o precaución al momento de realizar alguna conjetura o conclusión. Lo de Ohtani es "bestial", imponente, supremo y sobran calificativos, pero, en su momento, Ruth hacia lo mismo a pesar de las desventajas que, indudablemente, afrontaba. Aún así, creo que Ohtani hubiese sido una figura hace 100 años y que Ruth también lo sería en este siglo. En el deporte y quizá también en la vida, hay que respetar los tiempos.

X: @DavidFaitelson_