¡La IA se robó tu cartera! BENCHMARK / Jorge A. Meléndez Ruiz EN REFORMA
Era una mañana cualquiera en Hong Kong cuando Mr. Ming recibió un mensaje del corporativo en Londres. Y nada menos que del CFO, del mero mero de Finanzas. De su jefe. "Necesitamos realizar una transacción confidencial". Por supuesto que Ming inmediatamente pensó: sí como no. Y, sin embargo, calmó sus ansias al ver que el CFO sugería realizar una videoconferencia para explicarle con detalle todo. En la conferencia, Ming vio al CFO y a otros empleados que conocía. Se tranquilizó. Aparte, la transacción cumplió todos los protocolos: tardó una semana e involucró más conferencias y videollamadas uno a uno. Excelente, todo en orden... pero pues no. A días de haber realizado las 15 transferencias de cuentas de 5 bancos de Hong Kong que totalizaron $25.6 millones de dólares, Ming recibió una llamada del CFO: "¿Por qué transferiste esa cantidad? ¿Quién te dio la orden? ¿A quién se la transferiste?". "Usted me dio la orden... y grabé video conferencias y llamadas"...