David Faitelson / Negociazo David Faitelson (12 diciembre 2025)
Un amigo me llamó hace un par de semanas con lo que en apariencia era una "buena noticia" y hasta "una oportunidad".
-Tengo 2 boletos de hospitality para la Final del Mundial en Nueva York. ¿Te interesan?, me preguntó.
-Sí, claro, le dije sonriendo. ¿Cuánto quieres por ellos?
-50 mil dólares cada uno (casi un millón de pesos por boleto), me respondió tenuemente con cierto tono de vergüenza.
No le colgué el teléfono porque lo estimo mucho.
Lo hizo en la alfombra roja, en su discurso tras obtener "el Premio por la Paz" y en cada oportunidad que tenía ante los medios. Los ojos de Gianni Infantino parecían brillar cada vez que el presidente Donald Trump hablaba de la venta de boletos y de los récords que en materia económica podría establecer el Mundial 2026. Después de todo, la mayoría entendemos que, más allá de una competencia futbolística llena de pasión, orgullo, rivalidad, existe y prevalece un gran negocio. El Futbol es un negocio y nada estará, lamentablemente, por encima del negocio.
A la mañana siguiente del sorteo en Washington, las cifras parecían irreales: el boleto más barato para la inauguración del 11 de junio en el Estadio Banorte de la Ciudad de México rondaba en los 70 mil pesos. El más caro, incluida una experiencia que hoy llaman "VIP", podría rebasar el millón de pesos. Tal parece que, casi 40 años después, viviremos un fenómeno muy parecido al último Mundial que México organizó en casa, cuando las tribunas del entonces Estadio Azteca se llenaron de espectadores que, comúnmente, no eran aficionados habituales del futbol mexicano.
Es decir, solo un sector pudiente de la sociedad mexicana tuvo acceso para atestiguar la icónica "Mano de Dios" de Diego Armando Maradona.
A pesar de que existe un tratado de libre comercio, la FIFA debió entender que organizar un Mundial con 3 países no significa que tengan el mismo nivel socioeconómico. Por lo tanto, parece incongruente que los precios por un boleto en México sean similares e incluso mayores a los de un partido en Estados Unidos o en Canadá. Los precios no solo parecen privativos para México.
La Federación croata, según informa The New York Times, ha revelado que un boleto para su presentación ante Inglaterra cuesta 265 dólares, 8 veces más que el precio de una entrada en la Euro de Alemania 2024. Un grupo europeo de aficionados (Football Supporters Europe) ha pedido que la FIFA "detenga inmediatamente" la venta para las asociaciones miembros participantes debido a lo que llaman una "traición monumental a la tradición de la Copa del Mundo".
Y otro tema es que, para muchos juegos, sobre todo de las rondas de eliminación directa, todavía no hay precios. Va a depender directamente de las Selecciones que lleguen a esas citas. Comprarlos ahora le podría salir mucho más caro de lo que costarán si es que no llegan los mejores equipos a esa cita.
"Es la queja principal que hemos recibido", dice Alejandro Hütt, Host City Manager de la sede de Monterrey. "Nosotros vamos a tratar de aprovechar la presencia de Selecciones como Japón y Corea del Sur, cuyos aficionados tienen un gran poder adquisitivo, pero entendemos que para la mayor parte de la población los precios podrían ser inalcanzables".
En Monterrey, a la euforia del Mundial, ha seguido una gran decepción por las Selecciones que jugarán en el moderno estadio de los Rayados. En el post sorteo que instauró para este Mundial, la FIFA decidió que el Grupo F, en el cual la cabeza de serie fue Países Bajos, no jugaría en la ciudad en la Primera Fase. "No nos mandaron a ninguna Selección del Bombo 1", dice Hütt.
Por algún motivo que no tiene una explicación, al menos una explicación coherente, tampoco la Selección Mexicana jugará en Monterrey después de hacerlo en la Ciudad de México (la inauguración ante Sudáfrica) y de afrontar el segundo partido en Guadalajara (ante Corea del Sur).
El Gobernador de Nuevo León, Samuel García, me revela lo siguiente: "Yo pregunté y me dijeron que era por un tema económico, que lo que ingresaba al Azteca era más de lo que podrían ingresar en Monterrey". Todo es negocio.
Tras el sorteo, los precios de las entradas que involucran a Portugal (Cristiano Ronaldo) y Argentina (Lionel Messi) aumentaron en un promedio de casi un 300 por ciento.
La FIFA acordó en el sexenio del presidente Peña Nieto que no pagaría impuestos por sus actividades en México durante el Mundial. El cálculo por los ingresos por venta de derechos televisivos, publicidad y entradas a los estadios rebasan los 13 mil millones de dólares. Nadie está peleado con el negocio.
El futbol es eso y genera para que, a su vez, se genere economía alrededor de la actividad, pero no es justo que los aficionados (los clientes del futbol) enfrenten precios prohibitivos para ser parte de un entretenimiento que al mismo tiempo mezcla pasión, fiesta y hasta una falsa idea de nacionalismo e identidad que la FIFA nos ha vendido.
Y es que para ser una organización, como lo dictan sus propios reglamentos, sin fines de lucro, la FIFA lucra bastante bien. ¡Negociazo!
X: @DavidFaitelson_
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