San Cadilla / La cláusula felina... (05 noviembre 2025)

 

Quién iba a decir que para clasificar al Play-In, Pumas debe ganarle al equipo con el que comparte estadio... en otro estadio...

Así de curioso es el destino y este sábado los auriazules y Cruz Azul, ambos inquilinos del Estadio Olímpico Universitario, tendrán un partido clave; mientras los Celestes buscan asegurar el liderato del Apertura 2025, los auriazules quieren hacerse del último boleto al Play-In. El detalle fino es que, el juego no se disputará en CU... Otra vez.

Y todo por esa surreal cláusula que puso la directiva universitaria para acceder a prestarle el inmueble a La Máquina, la cual prohíbe que Pumas juegue como "visitante" en su propio estadio y que, de entrada, el torneo pasado ya le pasó factura, pues en la Fecha 14, Cruz Azul tuvo que pedir prestado el Estadio Cuauhtémoc de Puebla para "recibir" a los universitarios y pues les ganó 3-2, contribuyendo al cierre que llevó a los felinos al Play-In, en el que no pudo jugar en casa y del cual Rayados lo despachó.

Ahora, la historia del partido contra Cruz Azul se repite y se van a Puebla, pero en condiciones más apremiantes, pues no hay mañana para el equipo de Efraín Juárez, y aquí es donde surge la duda:

¿No le habría convenido más a Pumas que el partido ahora sí se jugará en el Olímpico Universitario? Y es que, aunque administrativamente el local es Cruz Azul, siempre será mejor jugar en tu propio estadio, empezando por las facilidades que hubiera tenido la afición para ir a apoyar.

Además, hay que mencionar que, si el partido se hubiera jugado en la Capirucha, el plantel auriazul se habría ahorrado el viajecito a la Angelópolis y habría podido hacer su concentración igual que en sus encuentros de local.

Habrá que ver si la decisión de obligar a Cruz Azul a ser anfitrión en otro lado no le pasa nueva factura, otra vez, a Pumas... el sábado lo sabremos.

EL CORAJE DE GARNACHO

El sábado pasado vimos al argentino Alejandro Garnacho hacer entripado cuando su DT, Enzo Maresca, lo sacó al minuto 66 del duelo entre el Chelsea y el Tottenham. Nada raro a lo que ha sido su carrera.

Pero a diferencia de sus tiempos en el Manchester United, cuando a la menor provocación despotricaba su frustración en redes sociales, el atacante de 21 años sabe que en los Blues no es estrella y sus números no le ayudan a reflejar lo contrario: apenas ha jugado 5 partidos y tiene un solo gol, sin asistencias y sin sumar un solo partido completo.

En Manchester no le costó ningún esfuerzo subírsele a las barbas a Erik Ten Hag y (al principio) a Ruben Amorim, pero Maresca es arroz de otro costal.

Lo simpático es que, pudiendo irse a otra Liga, Garnacho se empecinó en ir al Chelsea porque, diiicen, estaba motivado por la urgencia de demostrarle a la gente del United que cometían un error al cepillarlo.

Como dicen por ahí: el ego de Cristiano Ronaldo, con el talento de... Alejandro Garnacho.

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