David Faitelson / Violencia: el futbol se esconde... David Faitelson (19 agosto 2025)
El futbol mexicano patea con fuerza la pelota del otro lado de la cancha porque es más fácil repartir la culpa y justificarse que afrontar lo que tienen que afrontar.
Y entonces, surge una frase ya tan común como falsa y desafortunada: "La violencia viene de las calles al futbol mexicano", agregando un casi déspota: "No es nuestra culpa".
Y seguimos así. De aquella terrible tarde de marzo del 2022 en La Corregidora de Querétaro aprendimos poco o lo pusimos en el archivo del "no pasa nada" del futbol mexicano.
El viernes, una mujer muere en el estacionamiento del Estadio Cuauhtémoc y el sábado hubo violencia en las tribunas de Guadalajara y de Monterrey. El Fan ID, quizá la mayor obra de la administración Mikel Arriola, ha servido de poco o de nada.
No parece existir ni el deseo ni la consciencia de tomar con seriedad un asunto que se la ha ido de las manos a los 18 clubes que conforman la Liga MX. Si se han hecho esfuerzos por mejorar la seguridad, no han sido suficientes.
¿Cómo es posible que se atrevan a celebrar un partido de futbol cuando hubo una persona muerta dentro de las instalaciones del propio estadio? ¿Qué valor le da el club Puebla y la Liga MX a una vida humana? Cínicamente, lo primero que hizo el club es deslindarse aduciendo que ocurrió más allá de su jurisdicción y envió -o presionó- al Gobierno del Estado a emitir un boletín explicando la situación.
En Guadalajara, en un estadio que será sede mundialista en menos de un año, hubo un altercado que involucró a la familia de un futbolista del equipo visitante, Bravos de Ciudad Juárez. Y en Monterrey, en el estadio de los Tigres, empujones, golpes y hasta zafarranchos cuando ya era de noche en la explanada del Estadio Universitario.
No hay ninguna garantía de que vayas a una cancha del futbol mexicano y regreses sano y salvo. Y supongo que la justificación de la industria será que tampoco existe esa garantía cuando sales a la calle en este País.
Correcto, aceptado, pero la calles, las colonias, municipios y pueblos son responsabilidad del gobierno. Los estadios son responsabilidad del futbol mexicano y la realidad es que en temas se seguridad, más allá de que se ha mejorado en comparación a lo que ocurría hace 20 años, se improvisa porque significa un costo extra en la operación del club.
El personal de seguridad privado es un personal sin la preparación necesaria para contener a las hordas violentas que acuden a los escenarios. No todos los estadios tienen las mismas condiciones de accesos y control de los aficionados. Se vende alcohol de forma desmedida.
Y lo más apremiante de todo es que estamos a menos de 365 días de organizar una Copa del Mundo. La realidad, es que México no está preparado para eso, ni social, ni estructuralmente, podemos garantizar a los visitantes su seguridad y su confort absoluto durante la visita que nos harán el próximo verano.
El futbol mexicano no puede esconderse detrás de un pretexto barato y poco creíble. Los estadios requieren demás y más seguridad, como se prometió, en algún momento, en ese plan que encabezaba el entonces, comisionado Juan Carlos Rodríguez para fusionar esfuerzos, no sólo económicos, también estructurales, entre ellos mejorar la experiencia en los escenarios.
Hoy, lamentablemente, ir al futbol en México también significa no tener la garantía de que volverás a casa sano y salvo.
X: @DavidFaitelson_
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