David Faitelson / Somos locales otra vez David Faitelson (13 junio 2025)

 

Brilla. Es de oro macizo de 18 quilates, mide unos 38 centímetros y pesa alrededor de 6 kilos. La Copa Mundial de la FIFA merodea otra vez nuestros sentidos. La veremos nuevamente muy cerca y la tendremos nuevamente muy lejos.

Siempre hemos sido grandes anfitriones, pero nunca grandes competidores. Y, en lo futbolístico, a poco menos de un año del tercer Mundial que haremos en casa, las sensaciones, por más que mezclemos emociones, no son demasiado halagüeñas.

Y hacemos planes, justo como se concebían hace 55 años con la selección de Raúl Cárdenas o hace 39 con la de Bora: se gana el grupo, se avanza en Dieciseisavos ante un rival cómodo y luego, con el Estadio Azteca sobre los hombros, se gana el famoso quinto partido para viajar a territorio estadounidense donde se celebrarán las rondas adultas del torneo. Hasta ahí, todo bien. Después, la otra cara que es una fría realidad.

La Selección Mexicana sigue buscando un estado competitivo que no aparece desde, quizá, los días previos a la pandemia, en la primera etapa de la era Gerardo Martino. Los futbolistas no son regulares en sus niveles de rendimiento y el entrenador Javier Aguirre no encuentra, todavía, un estilo y una forma de juego concreta. La cuenta regresiva ha comenzado.

Ningún país en el mundo ha organizado tres Copas del Mundo. Ningún estadio, como pasará con el Azteca, llevará a cabo tres inauguraciones mundialistas. El hecho es otra muestra contundente del alejamiento que siempre ha existido y que, tal vez, hoy se evidencie más sobre la cuestión la distancia entre los negocios y el nivel deportivo de nuestro juego.

Al final del verano del 2026, habremos albergado más Copas del Mundo que Brasil, Argentina, España, Alemania, Francia, Italia o Inglaterra, pero nuestro juego permanece lejos de esas grandes potencias. No hemos terminado por aprovechar la condición de locales para elevar nuestra dimensión del futbol. ¿Qué nos dice que esta vez será distinto?

Dos juegos de primera ronda en la Ciudad de México y uno más en Guadalajara. Si se termina como primer lugar, el juego por los mejores 16 también será en el Azteca y si se atraviesa con éxito, también se jugarán los Octavos de Final en Santa Úrsula Coapa. Cinco juegos en el País y a partir de los Cuartos de Final en Estados Unidos, la "otra casa" de la Selección Mexicana. Es importante la localia, claro, pero es más importante tener un sustento futbolístico. Hoy, no lo tenemos.

Quedan 363 días por delante. Aguirre tiene poco tiempo y espacio para trabajar. Ha heredado un proceso malogrado, roto, vulnerado una y otra vez.

Es evidente que este equipo puede mejorar, pero nadie sabe hasta qué punto. Los juegos ante Suiza y Turquía evidenciaron que el nivel futbolístico mexicano no es parejo. Tiene graves desatenciones, no todos los futbolistas están en el mismo y el entrenador no puso juntos a quienes parecen los más indicados para ser titulares. Todo ello no ha terminado por despejar las dudas que siguen prevaleciendo alrededor del conjunto mexicano.

Ser locales debe ser una ventaja, pero lo es cuando tienes el futbol para respaldarlo. Ser locales no ha servido de mucho ni en 1970 ni en 1986 y se creía que, cuando llegara esta nueva oportunidad de albergar un Mundial en casa, con la evolución que ha tenido la Selección en los últimos 30 años, estaríamos ante una ocasión histórica de verdaderamente trascender.

Lastimosamente, no pinta para eso. Somos locales otra vez... ¿Y?

X: @DavidFaitelson_

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Columna de sancadillanorte

San Cadilla / Lección felina para los Rayados (13 mayo 2025)

San Cadilla / Una tras otra en Rayados (28 abril 2025)