David Faitelson / ¿Juego limpio? David Faitelson (29 abril 2025)
Alguien que, en su momento, intentó convencerles con dinero, me ha dicho sobre los dirigentes del futbol mexicano: "No les importa el dinero. Es un tema de poder, de capricho".
Pero, yo no estaría muy seguro de eso... Uno... Dos... Tres...
Si las cuentas no me fallan, tres directivos o ex directivos del futbol mexicano están actualmente en prisión y uno más está prófugo de la justicia.
Y siempre son acusaciones muy graves: defraudación fiscal, lavado de dinero, delincuencia organizada y operaciones de procedencia ilícita. Y hay uno más que, aunque usted no lo crea, está tras las rejas por trata de personas. Imagínese.
Me río de aquellos que dicen que el futbol es un "juego limpio". El futbol en México es, para muchos, una oportunidad para hacer trampa, robar, defraudar y delinquir.
No pienso actuar como juez, porque no lo soy ni lo seré nunca. Lo de Fidel Kuri fue, nuevamente, una advertencia de lo fraudulento que puede ser la administración del juego. Billy Álvarez hizo y deshizo a través de una cooperativa, afectando a los trabajadores de esa empresa.
Y ahora se trata de Alejandro Irarragorri, dueño de los clubes de la Liga MX Santos y Atlas, quien es señalado por la Procuraduría Fiscal de la Federación (PFF) de incurrir en supuestos engaños para omitir el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR) de salarios a jugadores, de enero a julio de 2017. Extraoficialmente, se sabe que, después multas y recargos, la defraudación fiscal deja muy atrás la cifra de 17 millones de pesos que se ha mencionado.
Lo de Irarragorri es serio. No solo es el dueño de dos clubes de la Liga MX y uno más en la Expansión, también se trata de uno de los personajes más influyentes en la controversial toma de decisiones que el futbol mexicano ha tenido en los últimos tiempos.
El futbol en México es un laberinto obscuro, lleno de estafas, engaños y de una corrupción profunda que muchos esquivan o tratan de maquillar y esconder. Por donde le busques, por donde rasques un poco, encontrarán la putrefacción de la corrupción.
Ya dejemos de lado los temas que tienen que ver con irregularidades deportivas, cuando no es un tema de impuestos es uno de dobles contratos, de malversación de fondos, de blanqueado de dinero, de operaciones ilícitas y hasta de fondos recaudados a través de nuestros impuestos que los gobiernos utilizan en el futbol para hacer grandes negocios. Es una pena...
Irarragorri podría ser una muestra más de porqué el futbol mexicano le dio la espalda a un fondo de inversión, que más allá de las ventajas y desventajas que conllevaba, significaba aperturar libros, archivos, fondos, operaciones e investigar qué hay y qué no hay.
Ahí, seguramente, iban a encontrarse con toda una gran podredumbre, una corrupción que ha afectado muchas empresas en el País y donde el futbol no es la excepción. ¿Juego limpio?
X: @DavidFaitelson_
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