David Faitelson / Cada quien por lo suyo David Faitelson (25 abril 2025)

 Es indudable que el fondo de inversión en el que trabajaba Juan Carlos Rodríguez a fines del año pasado no convenció a varios dueños de clubes del futbol mexicano.

Algunos, hablan de la gobernanza...

Otros, de que el poder seguía concentrado en ciertos grupos.

Y algunos más, la realidad, es que tuvieron miedo, miedo de tener que abrir sus libros y mostrar toda la corrupción -incluso en alianza con los gobiernos- que ha acompañado a su crecimiento como instituciones.

Y está bien. Es evidente que algunas piezas del rompecabezas podían perfeccionarse, pero lo lamentable es que no hubo voluntad para negociar y resolver temas de interés común.

Durante la serie de conferencias del "Summit deportivo" en la Ciudad de México, hubo una frase lapidaria, yo diría que también espeluznante:

"El futbol mexicano no existe como industria. Son una serie de clubes que tienen grandes patrocinadores. No tienen ni estructura ni infraestructura...". El CEO del Atlético de Madrid y del Atlético de San Luis, Miguel Ángel Gil Marín, ha descrito sin desperdicio alguno al futbol de México. Grandes empresas, marcas, pero que no son capaces de organizarse, unirse para generar un negocio mayor, una verdadera industria.

"Debemos separar ya a la FMF de la Liga", agrega Gil Marín y enfatiza: "Eso nos dará las bases para transformarnos en una empresa privada".

Javier Tebas, presidente de la liga española, asegura, por su parte, que mientras no se atrevan a dar el paso, todo se mantendrá como un futbol de mucho potencial, incapaz de crecer en lo deportivo y en lo económico.

Y está bien, se entiende que hubieron y todavía hay muchas dudas y temores sobre el préstamo -el fondo de inversión- al que se encaminaba el futbol mexicano, pero todo se desprende desde el punto de vista particular de cada dueño o grupo, lo que me conviene a mí, lo que quiero cuidar yo y no lo que debe ser del beneficio común.

El problema principal del futbol mexicano es que los dueños de clubes han normalizado la ilegalidad y las decisiones que solo protegen sus intereses particulares.

La multipropiedad, una de ellas...

La abolición del ascenso y el descenso, otro ejemplo... Ponerse en regla, mostrar tus libros, abrir tus finanzas era o es prácticamente imposible.

Es mejor guardar sigilosamente tus fechorías.

Sigue tratándose de un "reto" muy mexicano: pensar y trabajar en aras del beneficio común. Si no lo hacemos, no creceremos.

X: @DavidFaitelson_