Jorge Suárez-Vélez / ¿Y México qué? Jorge Suárez-Vélez (27 marzo 2025)

 

Jorge Suárez-Vélez / ¿Y México qué?

en EL NORTE

El mundo cambió en los 66 días desde la segunda llegada al poder de Donald Trump quizá más que en los cuatro años de la Presidencia de Biden.

Trump sueña con un mundo en el que, como lo hicieran Roosevelt, Churchill y Stalin en Yalta, ahora él, Putin y Xi Jinping se repartan el planeta.

Sueña con imponer su poderío para atribuirse el fin de las hostilidades en Ucrania (al costo que sea para el país invadido), para desactivar la amenaza nuclear iraní y para lograr un cese al fuego en Gaza (nuevamente, al costo que sea).

Sueña con recibir el mismo Nobel de la Paz que Obama, "inmerecidamente", recibió. Para lograrlo, Trump no dudó en traicionar la alianza de 80 años con Europa que permitió derrotar al fascismo y al comunismo, y ha impulsado una nueva versión de la Doctrina Monroe ("América para los americanos"), donde asume que Canadá, Groenlandia o el Canal de Panamá son de "su" hemisferio.

Pero ha sido igualmente sorprendente la velocidad de reacción de los países afectados. En Canadá, parecía inminente la victoria del candidato conservador Pierre Poilievre, ante un electorado cansado de Justin Trudeau. Pero la similitud de su plataforma conservadora con el movimiento MAGA de Trump la volvió radioactiva, ante la amenaza de éste de volver a Canadá su Estado 51.

En reacción, surgió un sólido liderazgo liberal en manos de Mark Carney, flamante Primer Ministro, un respetado tecnócrata que -entre otras cosas- fue Gobernador del Banco Central de Canadá y posteriormente del de Inglaterra.

Trump ha sido -sin quererlo- el catalizador de un momento nacionalista jamás visto en Canadá y que va desde la cancelación de planes de viaje a EU de miles de canadienses, hasta dejar de comprar productos provenientes de ese país.

Igual en Europa. Al ser evidente que ese continente ya no cuenta con la protección militar implícita en el Capítulo Quinto del Tratado del Atlántico Norte (en el que el ataque militar a un país miembro se considera como ataque a todos), Alemania hizo lo que parecía imposible: cambió la Constitución para poder elevar su endeudamiento por encima de lo que estaba por ley permitido, para invertir un millón de millones de euros en una nueva infraestructura militar.

De paso, el Reino Unido ha vuelto a acercarse a Europa -post el error de Brexit- mientras que Francia, Italia y los países escandinavos manifiestan su deseo de fortalecer a Europa ante el abandono de EU y la amenaza rusa. Todo eso en sólo 66 días. Parecería que para Canadá y Europa "no hay mal que por bien no venga".

La transición no será fácil. Canadá enfrenta un entorno de bajo crecimiento que se acentuará con la guerra comercial que se avecina. En el caso europeo, algo de razón tiene Trump cuando afirma que abusó de la protección militar de EU y no honró los compromisos de gasto militar implícitos al ser parte de la OTAN.

Ahora, tendrán que rascarse con sus propias uñas y eso tendrá implicaciones considerables. El "welfare state" (Estado benefactor) europeo se encarece -aún más- conforme su población envejece. No será trivial que quienes esperan generosas pensiones y beneficios estén dispuestos a sacrificarlos para fondear gasto militar que blinde al continente de la amenaza rusa. Los movimientos aislacionistas de extrema derecha tratarán de posicionarse oponiéndose, y ésa es una seria amenaza global.

La pregunta clave es qué hará México -más allá de fiestas en el Zócalo- ante el brutal cambio de entorno. El anhelado "nearshoring" está herido de muerte. ¿Qué vamos a cambiar? ¿Qué pensamos hacer para incrementar nuestro atractivo como destino de inversión? ¿Cómo fomentaremos inversión privada, sin la cual, con absoluta certeza, viviremos una recesión profunda? ¿Estamos dispuestos a revertir o moderar la "reforma" judicial que tanto daña a la inversión? Hay más preguntas que respuestas.

Y, quizá, lo más importante a considerar es que en EU el péndulo se detuvo en el extremo aislacionista y proteccionista. No tenemos tanto tiempo para estar listos para aprovechar cuando éste venga de regreso. Y vendrá.

@jorgesuarezv