San Cadilla / Son adictos a la violencia (27 enero 2025)

 

Hay un común denominador en los hechos violentos que suceden en el estadio de Rayados, generalmente son cuando pierden los albiazules, por eso se generaliza al decir que eso representa a la afición del Monterrey.

Sin embargo, hay que decir que no por unos sujetos, porque no se les puede llamar personas, vamos a manchar la imagen de los otros 43 mil 070 aficionados que acudieron la noche del sábado a ver el partido contra el Pachuca.

Para mí ése no es el común denominador, porque el resto de la afición va se toma su cheve, se come su torta, abuchea si cree que es necesario, pero sale y se va a su casa en paz. Al otro día hay que trabajar o ir a la escuela, así son los aficionados del Monterrey.

El común denominador en todo caso, es que son barristas, ahí sí podemos generalizar. En la mayoría de los casos violentos suelen ser "Adictos", a los que les robaron el cerebro, los que participan en hechos tan cobardes y desvergonzados como el que a alguien se le ocurra golpear por la espalda a un aficionado del equipo rival que está dando una entrevista en los pasillos del estadio.

Ese sujeto representa la educación que recibió en casa y lo que ve en su entorno, donde es normal agredir a otra persona nada más porque su equipo le ganó al suyo y el colmo o lo que explica que no tiene cerebro: ¡frente a una cámara que lo dejará en evidencia!

Lo mismo en el caso del grupo de pandilleros, identificados como un sector de la barra de La Adicción, y que golpearon cobardemente a un padre de familia y a su hijo que estaban llegando a su casa y nada tienen qué ver con el entorno de violencia, que son una familia relacionada con maestros y el arte de la música.

Así es la afición de Monterrey, apasionada, pero no se le va tampoco la vida si su equipo pierde, tiene vida después de ir al estadio.

Los tipos que agreden a un aficionado rival para nada representan a los aficionados que acuden a los estadios de la Ciudad, ni mucho menos a los regios.

LAS BUENAS Y LA MALA

La buena es que el Club de Futbol Monterrey detuvo al agresor del estadio de inmediato y lo entregó a las autoridades.

La otra buena es que, aunque los hechos se suscitaron fuera del perímetro del estadio, los Rayados contactaron a la familia de los agredidos para ofrecerles apoyo legal y denunciar a los pandilleros, de esos que llegan juntos al estadio en un camión.

Y en ambos casos, los culpables, perderán su abono si lo tienen y quedarán vetados de los estadios de la Liga MX.

Lo malo es que es no es suficiente, pero ya está en manos de las autoridades aplicar la justicia.

Rayados ya actuó contra la violencia, ¿y las autoridades? ¿podrán?

LEVANTA DEMICHELIS AL VESTIDOR

El vestidor de La Raya fue un verdadero funeral tras perder ante Pachuca con el horrorsote de Esteban Andrada.

Sin embargo, mi Judas Rayado, quien estuvo en la intimidad del vestuario, me dijo que el técnico Martín Demichelis los sacudió con el discurso que les dio.

"Todos estaban callados, agüitados por la forma como se perdió ante Pachuca, sobre todo Esteban, quien pidió disculpas a sus compañeros por su error", me soltó mi Juditas.

"Pero cuando entró el profe y vio el vestuario todo triste, que levanta la voz y que avienta un speech que, la verdad, nunca lo había hecho".

¿Qué les dijo Demichelis?, le pregunté a mi compa.

"Que el torneo no había terminado, que perder es parte del juego y que los errores también.

"Que si alguien confiaba en este equipo era él y que estaba seguro de que se iban a levantar, que van a volver a pelear el título porque tiene un equipo de jugadores que se saben levantar de la adversidad".

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