BENCHMARK / Mesías naranja Jorge A. Meléndez Ruiz (28 enero 2025)

 

"Hace apenas unos meses, en un hermoso campo de Pensilvania la bala de un asesino me atravesó la oreja. Pero entonces sentí, y creo aún más ahora, que mi vida fue salvada por una razón. Dios me salvó para hacer que Estados Unidos (EU) volviera a ser grande".

Este fue el párrafo del discurso de inauguración de Trump reloaded que más miedo me provocó.

Y es que son las palabras de un mesías.

De alguien que literalmente se siente tocado por la mano de Dios.

El problemita (ironía) es que un mesías por definición, primero nunca se equivoca y segundo, exige fe y obediencia absoluta.

En cualquier ámbito (negocios, religión o política) un mesías tiende al abuso y al exceso. Puede empezar bien (con ideas correctas o buenas intenciones), pero casi siempre termina mal.

Y, sin embargo, te propongo que el peor mesías de todos es aquel (o aquella) que parte de ideas malas, que aborrece al expertise, que se rodea de puros porristas fieles (acólitos), que no escucha a nadie, que nunca cambia de rumbo (porque es infalible, tocado por el dedo de Dios) y que cuando la realidad le cobra la cuenta, ataca y crea sus propios datos.

Esos empiezan mal y terminan mal.

Hombre, aquí llevamos ya 6 años de sufrir las consecuencias de un iluminado que tiene la mirada fija en un pasado dizque glorioso que busca revivir. Y parece que su sucesora pinta por el estilo.

Y ahora llega Trump v. 2.0

Con una pequeñísima (ironía de nuevo) diferencia con nuestro profeta tropical: este mesías naranja ocupa la oficina más poderosa del planeta. El poder de representar a la cuarta parte del PIB global y poseer el aparato militar más grande y bien aceitado del mundo mundial.

¿Qué podría salir mal?

La respuesta es más sutil de lo que uno pudiera pensar.

Porque un líder de esta naturaleza y con tal poder puede ser muy exitoso en sus transacciones (Trump ante todo es un deal maker). Claro, porque el poder pesa e importa... y nadie quiere ponerse a las trompadas con semejante bully y semejante macana que lo acompaña.

Pero esta forma de ejercer el poder y esos logros de corto plazo tienen por supuesto un costo porque EU no opera en un vacío.

Porque en el planeta existen potencias establecidas (G-7) y emergentes (en particular China, relee "Mr Trump: ¡su bronca es con China!"). Porque como si esto no fuera poco, existen también actores rebeldes (o malos) como Rusia, Irán o Corea del Norte. Y, finalmente, porque para acabarla de amolar, muchos de estos actores tienen armas nucleares.

Ahora sí, ¿qué podría salir mal?

Piensa mal... y acertarás.

En el corto plazo, alguna equivocación que traiga consecuencias funestas. El mundo es un lugar mucho más peligroso que hace 8 años, cuando Trump tomó posesión por primera vez, y que hace 4 años, cuando dejó la Presidencia. Aun si se "resuelve" la invasión a Ucrania, en cualquier momento puede estallar un polvorín.

Se me ocurren al menos un par de posibilidades. Por supuesto, algún conflicto que involucre a Taiwán, que tiene una importancia estratégica enorme por su dominancia en producción de microchips de alta gama. ¿Y si a Xi Jinping se le antoja anexarlo ahora que Don Donaldo tiene ánimos expansionistas? Segundo ejemplo, Irán. El régimen radical está debilitado ante la caída de Al Assad en Siria y el cuasidesmantelamiento de Hezbollah. Es una oportunidad geopolítica que requiere tejer fino. Equivocarse saldría muy caro.

Pero quizá el peligro más grave es de largo plazo.

Ian Bremmer lleva años advirtiendo sobre las amenazas de un mundo "G-Zero". Un planeta sin liderazgos claros ni principios globales de apertura y democracia que medio mantengan la paz global y eviten conflictos bélicos catastróficos (piensa WW III).

Precisamente por su tamaño y poder, EU era la nación que lideraba este esfuerzo global. Con Trump esto ya no es cierto.

Un mundo transaccional moldeado al estilo de un mesías que se cree un Dios naranja es muy peligroso.

Ojalá las instituciones globales resistan. Ojalá no se materialicen escenarios nefastos (son apenas 4 años, aunque parecerán muchos más). Pero por si las dudas, repite conmigo: Padre nuestro, que estás en el cielo...

Posdata. Al lidiar con Trump es mejor hacerse patos que terminar tragando sapos, ¿verdad Don Gustavo Petro? Mantener cabeza fría y elegir el mal menor. Bien por Sheinbaum hasta ahora.

EN POCAS PALABRAS...

"La sensación de peligro es emocionante".

Ayrton Senna

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