Francisco Javier González / La voz del entrenador Francisco Javier González (31 octubre 2024)

 Si usted puede entrar a un campo de entrenamiento y quiere aprender algo, no vaya con los jugadores; acérquese al director técnico.

Los futbolistas son los amos del espectáculo, pero los entrenadores son los dueños del concepto. A los primeros se les pide el autógrafo y la foto. A éstos últimos, la palabra.

En una recolección de declaraciones de las últimas horas, hay varios ejemplos de sabiduría y argumentación, que contradice los dichos de cajón que suelen salir de muchas bocas.

André Jardine, en el América, contesta con números a la necedad de que su equipo tiene la obligación de ser campeón bajo cualquier circunstancia. El recuento que ofrece es contundente. En el año futbolero ha jugado 66 partidos mientras que otros clubes de buen calibre -dice- suman 44. La excesiva actividad, además de la mala suerte, tiene relación directa con el número de lesionados. A mayor rotación, menor conjunción. Habrá quien lo vea como excusa, pero en realidad es una herramienta de análisis que brinda con hechos en la mano.

Renato Paiva en el Toluca, ha escuchado que tiene la obligación de entregar el título por la inversión que el club ha realizado en el plantel. Es cierto, pero contesta tajante que pensar así sería una falta de respeto para los otros equipos que también aspiran al campeonato. La razón le asiste. Los Diablos no juegan solos, aunque a veces así parezca dada su superioridad en muchos partidos. Hay rivales que también han invertido, se han esforzado y tienen un valor. Esta tampoco es excusa, aunque habrá quien la tome así.

Eduardo Fentanes recuerda el torneo pasado, en que el Necaxa se metió al Play-in haciendo una campaña de 27 puntos. Desde 2019 no los había logrado. Lo hizo con uno de los dos planteles con menor promedio de edad en la Liga MX. El joven es irregular por naturaleza. Sus extranjeros bajaron de rendimiento.

Eduardo perdió el puesto. Fue cesado porque no existió la paciencia y ponderación de resistir al menos los tres partidos que le restan a la campaña. No se consideraron los factores de evolución de un proyecto que aspiraba a serlo realmente. Se les ocurrió que ya no. Sin convicciones, es difícil que una directiva sepa resistir una mala racha, o incluso una mala campaña.

Miguel Barbieri lanza un grito desde la frontera que llega tenue a casi todo mundo porque Bravos varonil no ha merecido la atención de los reflectores.

Juárez, desde su aparición en el circuito en 2019, nunca ha llegado a los 20 puntos, que darían en promedio para quedar entre el lugar 12 y 15 de la Tabla.

Antes de ser despedido, el entrenador preguntó si el mal del club serían solamente los entrenadores o habría que responsabilizar también a otros actores. La falta de diplomacia no implica ausencia de razón.

Los directores técnicos son quienes tienen la foto y la mente más completa en la parte deportiva.

Podemos aprender mucho si abrimos los oídos.

X: @FJG_TD