Roberto Gómez Junco / Nocivo resultadismo Roberto Gómez Junco (25 septiembre 2024)
No cabe duda que el nivel de los comentarios futboleros sigue siendo muy pobre.
Tal vez tan pobre como siempre, pero ahora con el alarmante añadido de la contaminación que produce la deleznable búsqueda del efecto barato del "rating". Decir lo que sea, insultar cuando se pueda y hacer como que te peleas en el afán de vender.
Lo de menos son la verdad, la honestidad intelectual o el respeto hacia los compañeros o hacia los protagonistas del juego. O la claridad de los conceptos, la elocuencia y pulcritud para verterlos. O la ecuanimidad en las opiniones, o el equilibrio que primero rescata lo positivo para así adquirir el elemental derecho moral para después señalar lo negativo.
Todo eso es lo de menos, porque "lo de más" está en el deseado rating, en los "trending topics", en el estimulante uso del micrófono o de la pluma como herramientas de poder, en el patético "prefiero que hablen mal de mí, en lugar de que me ignoren".
Ante la incapacidad de elevar el nivel del análisis sobre el desempeño de los futbolistas, sobre las decisiones de los dirigentes, sobre la capacidad de los directores técnicos, sobre el rendimiento de los equipos, sobre la calidad de los partidos, aflora el tradicional simplismo que lleva a verlo todo en función de los resultados. Como lo que importa es ganar, ni siquiera vale la pena describir cómo juegas. Aplausos para el vencedor y chiflidos para el vencido.
Una y otra vez la misma cantaleta: ¿de qué sirve jugar bien si no ganas?
Siempre atravesada con la falsa disyuntiva: ¿es mejor ganar, o jugar bien?
Como si ambas alternativas se excluyeran entre sí, como si transitaran por caminos opuestos, como si jugar mal o jugar "feo" fueran requisitos indispensables para obtener los triunfos, como si no fuera el jugar bien el mejor camino para aspirar a conseguir las victorias con mayor frecuencia. Como si jugando bien no se ampliaran las probabilidades de triunfo.
Con el actual caso de las Chivas queda ejemplificada esta endémica visión del juego. Como perdieron ante el América y una semana después cayeron ante el Cruz Azul, para muchos no tiene la menor importancia que en dichos partidos hayan estado al nivel de uno y arriba del otro en cuanto al futbol desplegado. Lo que cuenta y lo que vale es el marcador final y nada más.
No importa que con su futbol el Guadalajara haya merecido ganar un partido y empatar el otro, aunque obviamente la contundencia en la definición debe formar parte del buen juego. Lo único que importa, sin embargo, es que se fue en blanco en la cosecha de puntos, porque de inmediato aparece por doquier otra de las trilladas frases de la obnubilada visión resultadista: "el futbol no es de merecimientos, sino de goles".
¿De veras cuando pierdes da lo mismo que lo hagas jugando bien que jugando mal?
¿Quién querrá toparse en la Liguilla con estas Chivas "perdedoras" si siguen jugando como están haciéndolo? Yo creo que nadie.
X: @rgomezjunco
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