San Cadilla / El bicampeón (27 mayo 2024)

 

Cuando el futbol no alcanza, la playera pesa y esta pesa mil toneladas.

Eso es lo que hace la diferencia entre los equipos grandes y los que no lo son y eso es lo que demostró el América en el Clausura 2024 sin importarle que enfrente tuviera a otro histórico como Cruz Azul.

"Debilitado" por el fracaso en Concachampions -en teoría el objetivo primordial de este semestre-, por la renovación de su capitán Henry Martín, por la posible salida de Julián Quiñones hacia Arabia Saudita, y hasta por las andanzas de influencer de Igor Lichnovsky -con sus lives y sus escapadas al golf y a las bodas-, el Ame tuvo en la Liguilla a un tipo en el banquillo que nunca dudó de lo que era capaz su plantel y lo demostró con creces: el mejor fichaje que ha hecho es el de André Jardine porque, a diferencia de muchos de sus antecesores, él siempre ha sabido ponerse un impermeable que le protege de la presión, la metralla y el veneno que suele caerle al detentor del puesto de entrenador de las Águilas.

Cuando más lo alabaron, tras doblar a Tigres en la Final pasada, Jardine era el mismo que cuando llegó de San Luis; cuando más le tiraron, tras caer con Pachuca en las Semis de la Concacaf hace unas semanas, seguía siendo el mismo que cuando llegó de San Luis. Eso, por ejemplo, no le pasó a Miguel Herrera, quien fue consumido por ese banquillo y falló miserablemente en 2013, cuando el Ame tuvo su anterior chance de hacer lo que anoche consiguió Jardine: el bicampeonato.

Ahhhh, pero además Jardine nos resultó tan cañón, que no requirió hacer "escalas" eliminado en Semifinales en sus primeros torneos para alcanzar la gloria, lo hizo a la primera, lo repitió a la segunda y en tiempos en que el futbol es mil veces más complicado, ya se codea con su compatriota Jorge Vieira, quien se apuntó un bicampeonato cuando las victorias daban 2 puntos y los torneos tenían 38 jornadas, algo que pocos recuerdan (en 1988 y 1989).

Se tardó más de 25 años, pero el América, el más ganador con 15 títulos, el más grande de la Liga MX, ya presume su primer bicampeonato en torneos cortos y Pumas, León y Atlas no tienen más nada qué presumirle al respecto.

La cosa es que, con Jardine ahí donde está y con el apoyo y la exigencia bien canalizada de su directiva, no les extrañe que en diciembre sea el primer tricampeón de los certámenes de un semestre, muy a su estilo, sin jugar de manera extraordinaria a la hora de los duelos importantes, con marcadores ajustados y hasta con polémicas arbitrales.

Antiamericanistas, lo siento por ustedes...

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