Mi primera vez Carlos 'Warrior' Guerrero EN EL NORTE
Era uno de esos eventos que no había logrado palomear en mi lista de deseos. A pesar de haber asistido a decenas de estadios para ver desde partidos de futbol amateur hasta finales de Copa de Mundo, no se me había presentado la oportunidad de asistir a un juego de NFL. ¡Y vaya juego! !Una Final de Conferencia!
Temprano salí del hotel justo a la hora en que todavía revolotean las gaviotas cerca de los leones marinos que embellecen la bahía de San Francisco con Alcatraz de fondo. El clima acompañó cálidamente a diferencia de semanas anteriores donde no cesaban los fríos vientos ni las lluvias. Poco más de una hora de trayecto desde el famoso y turístico Piere 39 hasta Santa Clara donde se ubica el Levi's Stadium.
En las inmediaciones del gigantesco escenario, una interminable marea roja de fieles seguidores de los 49ers. Ataviados con las más excéntricas prendas y artículos de joyería de plástico dorado, caminaban orgullosos hacia el estadio entre aromas a BBQ y fiesta.
Eso sí, también miles de fanáticos de los Leones de Detroit que confiaban plenamente en que su equipo repetiría la hazaña de ganar un juego de postemporada fuera de casa como lo hicieron por última vez en 1957 justo contra San Francisco. Vestidos de color azul o con las caras pintadas de blanco y plata, emergían en tierras californianas coreando el nombre de Jared Goff.
En las inmediaciones del gigantesco escenario, una interminable marea roja de fieles seguidores de los 49ers. Ataviados con las más excéntricas prendas y artículos de joyería de plástico dorado, caminaban orgullosos hacia el estadio entre aromas a BBQ y fiesta.
Eso sí, también miles de fanáticos de los Leones de Detroit que confiaban plenamente en que su equipo repetiría la hazaña de ganar un juego de postemporada fuera de casa como lo hicieron por última vez en 1957 justo contra San Francisco. Vestidos de color azul o con las caras pintadas de blanco y plata, emergían en tierras californianas coreando el nombre de Jared Goff.
Por cierto, imposible olvidar que viví en la cancha del Estadio de los 49ers aquel macabro 7 a 0 frente a Chile en los ya lejanos tiempos de Juan Carlos Osorio. Todavía recuerdo cómo entre Ochoa, Moreno, Guardado y compañía, se volteaban a ver entre un gol y otro implorando piedad al destino para que la pesadilla acabara lo más pronto posible. Pero nunca ahí para un evento que no fuera para cubrir a la Selección Mexicana. Y mucho menos teniendo como posición la parte más alta de las tribunas. Casi en 'gayola' cual aficionado que debe conformarse con la clásica frase 'es lo que hay' por comprar boletos a última hora.
Ahí dentro, sensaciones absolutas distintas a las que estoy acostumbrado. Un ambiente ensordecedor pero promovido por la capacidad de un DJ que tiene la responsabilidad de darle vida al graderío. Se grita cuando en la pantalla se solicitan decibeles y se grita aún más fuerte cuando el performance lo amerita para presionar al rival. Digamos que, un trabajo conjunto entre todos los factores involucrados. No tan orgánico como en el "soccer" pero igual o más efectivo.
Cerveza a 20 dólares y la sudadera oficial a 85. El consumismo se cuela hasta por los poros. Todos comprando como robots previamente programados.
Seguidores de 49ers y Detroit celebrando del juego juntos sin reyertas o estúpidos apasionamientos.
Me gustó mucho lo que vi y lo que sentí. Esa tan mencionada "experiencia de estadio" del deporte en Estados Unidos que provoca querer algo aún sin amarlo.
X: @CARLOSLGUERRERO
Ahí dentro, sensaciones absolutas distintas a las que estoy acostumbrado. Un ambiente ensordecedor pero promovido por la capacidad de un DJ que tiene la responsabilidad de darle vida al graderío. Se grita cuando en la pantalla se solicitan decibeles y se grita aún más fuerte cuando el performance lo amerita para presionar al rival. Digamos que, un trabajo conjunto entre todos los factores involucrados. No tan orgánico como en el "soccer" pero igual o más efectivo.
Cerveza a 20 dólares y la sudadera oficial a 85. El consumismo se cuela hasta por los poros. Todos comprando como robots previamente programados.
Seguidores de 49ers y Detroit celebrando del juego juntos sin reyertas o estúpidos apasionamientos.
Me gustó mucho lo que vi y lo que sentí. Esa tan mencionada "experiencia de estadio" del deporte en Estados Unidos que provoca querer algo aún sin amarlo.
X: @CARLOSLGUERRERO
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