¿Lonche gratis? BENCHMARK / Jorge A. Meléndez Ruiz EN EL NORTE
"Lo que vamos a hacer es que el Gobierno va a ir aportando lo que no ha aportado antes, ayudando para que progresivamente se logre que el trabajador reciba al jubilarse su sueldo completo y no la mitad".
Yo encantado de esta propuesta de Andrés Manuel, ¿y tú?
Pues sí, ¿a quién no le gustaría retirarse con el 100% de su sueldo?
Es una propuesta pegadora, pero muuuy peligrosa.
Pues sí, ¿a quién no le gustaría retirarse con el 100% de su sueldo?
Es una propuesta pegadora, pero muuuy peligrosa.
Porque a los populistas les encanta prometer lonches gratis.
Por eso es bien fácil construir trenecitos de pasajeros que pocos usarán. Por eso es bien fácil resucitar a una aerolínea que será deficitaria. Por eso es bien fácil construir una refinería en el peor lugar posible (lluvias y lejanía del mercado). Por eso es bien fácil destruir un aeropuerto moderno para construir uno chiquito y lejano que aparte terminó costando 50% más. Por eso es bien fácil destruir un sistema de salud que funcionaba para prometer uno mejor que en Dinamarca. Por eso hay que inyectarle millonadas a Pemex sin importar que su obesidad se chupe cualquier recurso sin brindar a cambio ningún resultado. Por eso hay que apagar generadoras eléctricas limpias y baratas para que la CFE "defienda la soberanía mexicana" prendiendo plantas caras que nos envenenan.
Por eso. Por eso. Por eso.
Porque mientras más sabroso el lonche, más feliz está el cocinero. Porque lo importante es mantener contento al rey desnudo del Palacio.
El problemita es que en la vida, los negocios y la política no hay tal cosa como un lonche gratis.
Porque a fin de cuentas mientras más sabroso el sandwichito, más cara saldrá la cuenta, que alguien tendrá que pagar.
Ya adivinaste quién, ¿verdad?
Tú y yo.
Regreso a las pensiones.
Imagina la indigestión que nos enjaretaría esa torta.
El pago de pensiones de paraestatales y de trabajadores que todavía se jubilan bajo la ley anterior a 1997 ya representan el 16.5% del presupuesto anual del gobierno federal... unos 2 billones de pesos. Sí, uno de cada 6 pesos del gasto va a pensiones... y todos los años sube.
Abro un paréntesis para comentar que, hablando de lonches, los programas de apoyo de la 4T suman otro medio billón de pesos, un 5.5% del presupuesto. Cierro paréntesis.
En teoría, parte de esta cuentona debiera bajar al morir la población que recibe las pensiones antiguas. Pero, OJO, porque otra parte no baja, la de sindicatos y paraestatales que no tienen cuentas individuales de retiro.
¿Se quiere regresar a un esquema más generoso?
Perfecto, pero la carga presupuestal será enorme.
Sería tan grande que literalmente puede quebrar a México, donde la tasa de informalidad supera al 55% de la población. Para decirlo de otra forma, en un país donde apenas el 45% paga los lonches que se preparan.
La clave entonces es caminar en el sentido correcto, considerando el financiamiento de las pensiones cuando se decida su monto.
Sorry, hay que decirlo aunque no sea popular: la clave para la sostenibilidad financiera de un sistema de pensiones siguen siendo las cuentas individuales de retiro.
La lección básica de todo esto es eminentemente lógica: en los negocios, la política y la vida cualquier proyecto complejo debe analizarse a detalle. Y a mayor complejidad, más riguroso el análisis.
No es física cuántica: ¿cuáles son los factores de éxito? ¿Cómo los conseguirás? ¿Cómo lo ejecutarás? ¿Cuánto cuesta? ¿Cuál es su rentabilidad? Etcétera, etcétera, etcétera.
Por supuesto que no todos los proyectos van a ser rentables. Los apoyos sociales son un claro ejemplo. Y, sin embargo, no se debe ignorar su costo.
Para un proyecto no rentable, asegúrate que puedas vivir con las pérdidas. Ah, y si puedes, busca que éstas sean temporales.
En el caso de apoyos sociales, se debe buscar reducir realmente la pobreza a través de un sistema educativo que promueva la excelencia (y no complacencia o adoctrinamiento, por Dios) y a través de políticas económicas que promuevan el emprendimiento y la generación de buenos empleos.
Esa es la solución de fondo: que cada quién prepare su propio lonche. Un lonche sabroso, duradero y llenador.
Todo lo demás son vaciladas que indigestan.
EN POCAS PALABRAS...
"No hay lonche gratis".
Proverbio mexicano.
benchmark@elnorte.com
Twitter: @jorgemelendez
PODCAST:
¿Lonche gratis?
Por eso es bien fácil construir trenecitos de pasajeros que pocos usarán. Por eso es bien fácil resucitar a una aerolínea que será deficitaria. Por eso es bien fácil construir una refinería en el peor lugar posible (lluvias y lejanía del mercado). Por eso es bien fácil destruir un aeropuerto moderno para construir uno chiquito y lejano que aparte terminó costando 50% más. Por eso es bien fácil destruir un sistema de salud que funcionaba para prometer uno mejor que en Dinamarca. Por eso hay que inyectarle millonadas a Pemex sin importar que su obesidad se chupe cualquier recurso sin brindar a cambio ningún resultado. Por eso hay que apagar generadoras eléctricas limpias y baratas para que la CFE "defienda la soberanía mexicana" prendiendo plantas caras que nos envenenan.
Por eso. Por eso. Por eso.
Porque mientras más sabroso el lonche, más feliz está el cocinero. Porque lo importante es mantener contento al rey desnudo del Palacio.
El problemita es que en la vida, los negocios y la política no hay tal cosa como un lonche gratis.
Porque a fin de cuentas mientras más sabroso el sandwichito, más cara saldrá la cuenta, que alguien tendrá que pagar.
Ya adivinaste quién, ¿verdad?
Tú y yo.
Regreso a las pensiones.
Imagina la indigestión que nos enjaretaría esa torta.
El pago de pensiones de paraestatales y de trabajadores que todavía se jubilan bajo la ley anterior a 1997 ya representan el 16.5% del presupuesto anual del gobierno federal... unos 2 billones de pesos. Sí, uno de cada 6 pesos del gasto va a pensiones... y todos los años sube.
Abro un paréntesis para comentar que, hablando de lonches, los programas de apoyo de la 4T suman otro medio billón de pesos, un 5.5% del presupuesto. Cierro paréntesis.
En teoría, parte de esta cuentona debiera bajar al morir la población que recibe las pensiones antiguas. Pero, OJO, porque otra parte no baja, la de sindicatos y paraestatales que no tienen cuentas individuales de retiro.
¿Se quiere regresar a un esquema más generoso?
Perfecto, pero la carga presupuestal será enorme.
Sería tan grande que literalmente puede quebrar a México, donde la tasa de informalidad supera al 55% de la población. Para decirlo de otra forma, en un país donde apenas el 45% paga los lonches que se preparan.
La clave entonces es caminar en el sentido correcto, considerando el financiamiento de las pensiones cuando se decida su monto.
Sorry, hay que decirlo aunque no sea popular: la clave para la sostenibilidad financiera de un sistema de pensiones siguen siendo las cuentas individuales de retiro.
La lección básica de todo esto es eminentemente lógica: en los negocios, la política y la vida cualquier proyecto complejo debe analizarse a detalle. Y a mayor complejidad, más riguroso el análisis.
No es física cuántica: ¿cuáles son los factores de éxito? ¿Cómo los conseguirás? ¿Cómo lo ejecutarás? ¿Cuánto cuesta? ¿Cuál es su rentabilidad? Etcétera, etcétera, etcétera.
Por supuesto que no todos los proyectos van a ser rentables. Los apoyos sociales son un claro ejemplo. Y, sin embargo, no se debe ignorar su costo.
Para un proyecto no rentable, asegúrate que puedas vivir con las pérdidas. Ah, y si puedes, busca que éstas sean temporales.
En el caso de apoyos sociales, se debe buscar reducir realmente la pobreza a través de un sistema educativo que promueva la excelencia (y no complacencia o adoctrinamiento, por Dios) y a través de políticas económicas que promuevan el emprendimiento y la generación de buenos empleos.
Esa es la solución de fondo: que cada quién prepare su propio lonche. Un lonche sabroso, duradero y llenador.
Todo lo demás son vaciladas que indigestan.
EN POCAS PALABRAS...
"No hay lonche gratis".
Proverbio mexicano.
benchmark@elnorte.com
Twitter: @jorgemelendez
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¿Lonche gratis?
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