La Dominguera: Imponer modas San Cadilla EN MURAL
En el futbol actual, cada vez es más raro ver unos zapatos negros en el campo
Los jugadores portan tenis rojos, azules, naranjas, amarillos, plateados, rosas, verdes y muchos más.
El negro, que durante años se mantuvo como el típico y más tradicional, es hoy un buen recuerdo, que de pronto suele aparecer en ediciones retro lo que enciende la nostalgia por los viejos tiempos.
Pero, ¿cómo comenzó la tendencia de romper con la tradición de los botines negros?
El negro, que durante años se mantuvo como el típico y más tradicional, es hoy un buen recuerdo, que de pronto suele aparecer en ediciones retro lo que enciende la nostalgia por los viejos tiempos.
Pero, ¿cómo comenzó la tendencia de romper con la tradición de los botines negros?
Fue el 8 de agosto de 1970, cuando Alan Ball, jugador del Everton de Inglaterra, utilizó por vez primera zapatos de futbol color blanco, en un partido ante el Chelsea.
La ocurrencia no fue de Alan Ball, quien había sido campeón del mundo con la Selección de Inglaterra en 1966 y también mundialista en México 70 (evento en el que es recordado por dejar en el pasto al defensor alemán Franz Beckenbauer en los Cuartos de Final) sino solamente se prestó a ser la punta de lanza de una idea en su momento muy revolucionaria de parte de la marca Hummel, una empresa fundada en 1923 en Hamburgo, Alemania.
EL COMIENZO
Hummel se encontraba en expansión y decidió darle más proyección a su marca al instalarse en el Reino Unido a finales de la década de los 60, poco después de que Inglaterra se coronara campeón en su propio Mundial.
Para captar la atención del público británico, Hummel contrató al empresario Brian Hewitt, quien tuvo la idea de los botines blancos, lo que de entrada funcionó, pero seguía faltando que la afición futbolera se enganchara con el nuevo modelo que evidentemente generaba polémica, sobre todo en un país tan propenso a mantener las tradiciones del balompié formal, por lo cual buscaron a Alan Ball, un joven jugador que ya era conocido en Inglaterra.
Los directivos de Hummel le hicieron a Alan Ball una propuesta millonaria para aquel entonces, al ofrecerle 2 mil libras con la condición de serigrafiarlas, que llevaran su nombre, y que él jugara con los botines blancos.
Alan Ball aceptó sin dudarlo, pero el problema se presentó al ponerse los zapatos, según comentó el empresario Brian Hewitt.
"Ante las quejas de Alan por la calidad de nuestras botas, tomamos sus botas Adidas que usaba puestas para los partidos y las pintamos Dios sabe cuántas veces, y luego bordamos los logotipos de Hummel. Se hicieron justo a tiempo. De hecho, el sábado del partido tuvimos que ponerlas en un tren en West Yorkshire y llegaron a Alan minutos antes de empezar el partido", explicó Hewitt.
Fue así como Alan Ball, capitán del Everton salió a la cancha por primera vez en la historia del futbol con botines de color blanco, lo cual llamó poderosamente la atención de los aficionados y los medios de comunicación.
El partido fue ante el Chelsea el 8 de agosto de 1970 en el Stamford Bridge y para que tuviera más éxito la novedad de los zapatos blancos, el Everton ganó 2-1.
La idea innovadora funcionó, ya que se vendieron 12 mil pares de zapatos con el modelo Alan Ball.
Sin embargo, Alan Ball realmente nunca estuvo cómodo con los zapatos Hummel, por lo cual poco después rompió el millonario contrato con la marca deportiva.
"Para ser honesto, eran una mierda, como el cartón, así que hice que los jóvenes aprendices pintaran mis botas de futbol Adidas de blanco. Fue genial, hasta que un día llovió y el negro salió a relucir. Un representante de Hummel no muy feliz con la escena corroboró lo que había hecho, así que me despedí de los dos grandes", recordó Ball tiempo después.
Con el paso de los años cada vez se fue haciendo más común que las distintas marcas deportivas apostaran por todo tipo de colores dejando el negro en el último lugar de la fila.
Mail: san.cadilla@mural.com.mx
X: @SanCadilla
La ocurrencia no fue de Alan Ball, quien había sido campeón del mundo con la Selección de Inglaterra en 1966 y también mundialista en México 70 (evento en el que es recordado por dejar en el pasto al defensor alemán Franz Beckenbauer en los Cuartos de Final) sino solamente se prestó a ser la punta de lanza de una idea en su momento muy revolucionaria de parte de la marca Hummel, una empresa fundada en 1923 en Hamburgo, Alemania.
EL COMIENZO
Hummel se encontraba en expansión y decidió darle más proyección a su marca al instalarse en el Reino Unido a finales de la década de los 60, poco después de que Inglaterra se coronara campeón en su propio Mundial.
Para captar la atención del público británico, Hummel contrató al empresario Brian Hewitt, quien tuvo la idea de los botines blancos, lo que de entrada funcionó, pero seguía faltando que la afición futbolera se enganchara con el nuevo modelo que evidentemente generaba polémica, sobre todo en un país tan propenso a mantener las tradiciones del balompié formal, por lo cual buscaron a Alan Ball, un joven jugador que ya era conocido en Inglaterra.
Los directivos de Hummel le hicieron a Alan Ball una propuesta millonaria para aquel entonces, al ofrecerle 2 mil libras con la condición de serigrafiarlas, que llevaran su nombre, y que él jugara con los botines blancos.
Alan Ball aceptó sin dudarlo, pero el problema se presentó al ponerse los zapatos, según comentó el empresario Brian Hewitt.
"Ante las quejas de Alan por la calidad de nuestras botas, tomamos sus botas Adidas que usaba puestas para los partidos y las pintamos Dios sabe cuántas veces, y luego bordamos los logotipos de Hummel. Se hicieron justo a tiempo. De hecho, el sábado del partido tuvimos que ponerlas en un tren en West Yorkshire y llegaron a Alan minutos antes de empezar el partido", explicó Hewitt.
Fue así como Alan Ball, capitán del Everton salió a la cancha por primera vez en la historia del futbol con botines de color blanco, lo cual llamó poderosamente la atención de los aficionados y los medios de comunicación.
El partido fue ante el Chelsea el 8 de agosto de 1970 en el Stamford Bridge y para que tuviera más éxito la novedad de los zapatos blancos, el Everton ganó 2-1.
La idea innovadora funcionó, ya que se vendieron 12 mil pares de zapatos con el modelo Alan Ball.
Sin embargo, Alan Ball realmente nunca estuvo cómodo con los zapatos Hummel, por lo cual poco después rompió el millonario contrato con la marca deportiva.
"Para ser honesto, eran una mierda, como el cartón, así que hice que los jóvenes aprendices pintaran mis botas de futbol Adidas de blanco. Fue genial, hasta que un día llovió y el negro salió a relucir. Un representante de Hummel no muy feliz con la escena corroboró lo que había hecho, así que me despedí de los dos grandes", recordó Ball tiempo después.
Con el paso de los años cada vez se fue haciendo más común que las distintas marcas deportivas apostaran por todo tipo de colores dejando el negro en el último lugar de la fila.
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