Dominguero: Se pasan de vivos San Cadilla EN EL NORTE

No vino Rodrigo Villagra, el que llegó es Jorge Rodríguez "El Corcho". Ésta es oootra historia de traspasos frustrados.

Cada que se abre "el libro de pases", como les encanta decir en Sudamérica, tenemos que estar preparados a que cualquier cosa puede pasar.

Ya sabemos que habrá noticias inventadas, rumores no confirmados, "mucho interés, pero nada concreto", sondeos, ofertas reales de millones de dólares y también negociaciones que lo más que ofrecen es "pasión y aguante".

La cosa no es reciente, más bien, así ha sido siempre. Hemos tenido casos como el de Damián Álvarez que por "consolidarse" en River Plate se negó a venir a Rayados y al año ya estaba en el Morelia.

Otros como Neri Cardozo que llegó a rechazar una oferta del Monterrey porque no quería dejar a la novia y en cuestión de meses llegó a Jaguares.

Y claaaro el inolvidable caso de Rodrigo Braña, por quien Tigres (pa' que vean que no sólo a Rayados les pasa), llegó a ofrecer una muuuy buena lana a Estudiantes de La Plata, pero el jugador no quiso venir, luego de que Juan Sebastián Verón lo convenció de quedarse a jugar el Mundial de Clubes.

Recientemente, a los felinos también se les cebó un fichaje de última hora, cuando tenían todo arreglado para traer a Nino, del Fluminense (porque en Brasil también se cuecen habas), y todo se cayó porque el Criciuma exigió su parte, algo que Tigres no había contemplado.

Todos son ejemplos de cómo un fichaje ya cantado no se hace.

 
 
¿Qué pasó con Villagra?

Ahora bien, que se caiga o se frustre un traspaso puede ser por caprichos, situaciones personales, mal "timing", una mala comunicación, falta de un documento, entre otras cosas, incluyendo diferencias económicas.

En el caso de Villagra fue ésto último, léase, la avaricia de la parte vendedora. Talleres de Córdoba, mejor dicho, Andrés Fassi y compañía querían matar víbora en viernes.

Luego de que José Antonio Noriega gritara a los cuatro vientos que tenía un acuerdo por Villagra, desde Argentina empezaron a tratar de clavar cláusulas que iban encareciendo cada vez más la operación.

Ooobvio, los argentinos le apostaban a que el "Tato" accedería para no quedar mal porque públicamente había dado por hecha la contratación.

Llegó el punto que Noriega se hartó de Fassi y como le dijo un Juditas a Chito Carvajal "se paró de la mesa".

En Talleres no contaban que a la par llevaba negociaciones por "El Corcho" Rodríguez y ante los "abusos" de los cordobeses, bastó una llamada a La Plata para amarrar a su contención.

 
 
Bajo sospecha
 
Eso sí, es bien sabido el estilo de Andrés Fassi para negociar.

Fassi, presidente de Talleres, no ha estado exento de polémica recientemente por la forma cómo se hizo el traspaso del colombiano Diego Valoyes del club cordobés al FC Juárez, en el que, por cierto, el mismo Fassi funge como presidente deportivo.

Dejando de lado que ya suena raro que prácticamente pasa el dinero de un bolsillo a otro, la operación fue investigada por presunto lavado de dinero.

Se dijo que se pagaron 8 millones de dólares por Valoyes, siendo que el jugador estuvo a punto de ser vendido a Boca Juniors por 2 millones.

A'i nomás pa' que sus cuentas saquen de cuánto podía ser la tajada que Fassi quería sacar en el negocio por Villagra.

 
 
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