Yaaa! Gonzalo Carlos 'Warrior' Guerrero

 Chivas es un histórico. Debería entenderlo y ser consciente de lo que eso significa. Es un grande del futbol mexicano, un equipo verdaderamente amado y venerado. El más popular de frontera a frontera. Pero hoy, necesita terapia con carácter de urgente. Su nobilísima afición tendrá que vestirse de psicólogo para sacudirlo hasta que vuelva a comportarse en todos sentidos como el grande que es. Basta ya de cobijos y apapachos.

La grandeza se siembra y se cosecha una y otra vez. Se hereda y se respeta. Chivas no puede ni debe arrastrar el prestigio. Es momento de que asuma su rol asignado y se deje de cosas. Intentar ganar en el escritorio lo que perdió en la cancha no es digno de un equipo de su jerarquía. En Chivas debería reinar la sensatez, el sentido común y la vergüenza deportiva. Después de la penosa exhibición que dieron ante Mazatlán, lo único que le correspondería es mostrar humildad, asumir la derrota y dejar de protestar.

La única inconformidad que Chivas debería mostrar es hacía ellos mismos toda vez que han perdido el rumbo por completo cuando hace unos meses caminaban en medio del bosque sin necesidad de una brújula y hasta con los ojos vendados. Lo hacían tan bien que eran capaces de vencer a la propia oscuridad. De ese firme andar no queda nada. Ahora ni con linternas dan dos pases decentes en la cancha. Se esconden algunos entre la maleza y otros se extravían sin sentido.

Chivas tuvo una oportunidad histórica para criticar severamente su presente, así como lo hizo con su comunicado oficial donde expuso las lagunas, los fallos y las inconsistencias del sistema. Lamentablemente no lo hizo y no aprovechó el momento para aceptar culpas. Así como establecen que lo sucedido en el juego ante Mazatlán debe sentar un precedente, a Chivas también le faltó decir que la última derrota y la mala racha en la que se han atascado debe ser catalogada como algo tan inadmisible que debería sancionarse. Que tomarán cartas en el asunto con todos los involucrados en los fallos de su sistema... de juego. No el de la Liga MX.

Señalar lo que está mal me parece perfecto. Todos coincidimos que es el único camino para el crecimiento. Lo que no está bien es que Chivas insista en ganar algo en la mesa cuando su rival no tuvo nada que ver con el error de la Comisión Disciplinaria al momento de no suspender a Esquivel y, sobre todo, cuando le pasaron por encima en su propia cancha.

Chivas pudo cerrar su comunicado diciendo que asumen la derrota, que lo sucedido nada tuvo que ver con el terrible juego brindado, que felicitan al rival y que están apenados con la afición. Que más que poner atención en determinar los pasos a seguir en el caso de supuesta alineación indebida, se pondrán a trabajar internamente para recuperar la credibilidad en el proyecto, para recobrar la memoria futbolística y para entender que la grandeza no se adquiere en el escritorio.