La Dominguera: El 'Todo pasa' de Julio Grondona San Cadilla
En la frase "Todo pasa" se resume la vida de uno de los directivos más poderosos del futbol sudamericano.Julio Humberto Grondona nació en Avellaneda, Argentina, en 1931 y murió un día como hoy, 30 de julio, en 2014, en la capital Buenos Aires.
Tanto para lo bueno, como para lo malo, Grondona simplificaba su filosofía en esas dos palabras... hasta que no encontró consuelo en ellas con el fallecimiento de su esposa dos años antes de él.
"'Todo pasa' es la frase ideal para todos nosotros. Recuerden que todo pasa, sobre todo la gloria después de los triunfos, pero también pasa el sabor amargo de las derrotas si hacemos las cosas bien, con humildad y no nos enloquecemos", decía Julio Grondona en sus reuniones con los directivos argentinos.
Era tan famosa y acuñada a él esa frase que un joyero la grabó en un singular anillo que se convirtió en su principal distintivo.
La leyenda del "Todo pasa" estaba inmortalizada en su dedo meñique, justo donde también usaba el anillo de matrimonio, como si de una alianza de toda la vida se tratara.
"Vos mirás el anillo y te sirve para todo: para cuando perdiste y sobre todo para cuando ganaste. En el futbol muchas veces hay que dejarla pasar. Los jugadores juegan y nosotros pensamos, actuamos, resolvemos, para eso somos dirigentes para prever, para que nos pase lo bueno y no nos pase lo malo, para eso tengo el anillo, para recordar que todo pasa... si no queremos ser más vivos que los demás", confesaba.
Sin embargo, aunque el futbol se parezca tanto a la vida, hay situaciones que no se asemejan en lo más mínimo. Y eso mismo lo comprobó años más tarde.
En 2012 perdió a su esposa Nelly, y sólo esa ausencia de su compañera de vida le hizo cambiar de opinión. Desde el día del fallecimiento lo guardó y no volvió a ponérselo más. Pasaba el tiempo y su estado de ánimo iba a menos, cuando uno de sus allegados buscó darle consuelo con esas dos palabras que lo definían, Julio Grondona sacó del bolsillo donde tenía guardado su anillo y lo aventó a la deriva para decir que "hay cosas en las que 'todo pasa', pero en ésta, no...", no en ese irreparable dolor que lo terminó por consumir en vida.
De los fracasos y de los éxitos se podía volver, pero del amor y de la muerte, no.
UNA VIDA EN EL FUTBOL
Julio Grondona estuvo al frente de la Asociación del Futbol Argentino (AFA) durante 35 años, desde 1979 hasta su fallecimiento a causa de una aneurisma de aorta en 2014.
"Los clubes saben que yo soy el menos malo de los dirigentes que pueden ser presidente de la AFA. Ellos me pusieron. No me pienso ir jamás. Ahora, si los clubes quieren que me vaya es otra cosa. Yo no me voy. De la AFA me sacan con los pies por delante", decía Grondona.
Además, tenía un alto cargo en la FIFA desde 1988. También, hasta su último día de vida.
"Como vicepresidente de la FIFA, tengo más poder que cualquier político de la Argentina", apuntaba.
También, a nivel de clubes, fue el fundador del club Arsenal en 1957, y el presidente del Independiente de Avellaneda.
La leyenda del "Todo pasa" estaba inmortalizada en su dedo meñique, justo donde también usaba el anillo de matrimonio, como si de una alianza de toda la vida se tratara.
"Vos mirás el anillo y te sirve para todo: para cuando perdiste y sobre todo para cuando ganaste. En el futbol muchas veces hay que dejarla pasar. Los jugadores juegan y nosotros pensamos, actuamos, resolvemos, para eso somos dirigentes para prever, para que nos pase lo bueno y no nos pase lo malo, para eso tengo el anillo, para recordar que todo pasa... si no queremos ser más vivos que los demás", confesaba.
Sin embargo, aunque el futbol se parezca tanto a la vida, hay situaciones que no se asemejan en lo más mínimo. Y eso mismo lo comprobó años más tarde.
En 2012 perdió a su esposa Nelly, y sólo esa ausencia de su compañera de vida le hizo cambiar de opinión. Desde el día del fallecimiento lo guardó y no volvió a ponérselo más. Pasaba el tiempo y su estado de ánimo iba a menos, cuando uno de sus allegados buscó darle consuelo con esas dos palabras que lo definían, Julio Grondona sacó del bolsillo donde tenía guardado su anillo y lo aventó a la deriva para decir que "hay cosas en las que 'todo pasa', pero en ésta, no...", no en ese irreparable dolor que lo terminó por consumir en vida.
De los fracasos y de los éxitos se podía volver, pero del amor y de la muerte, no.
UNA VIDA EN EL FUTBOL
Julio Grondona estuvo al frente de la Asociación del Futbol Argentino (AFA) durante 35 años, desde 1979 hasta su fallecimiento a causa de una aneurisma de aorta en 2014.
"Los clubes saben que yo soy el menos malo de los dirigentes que pueden ser presidente de la AFA. Ellos me pusieron. No me pienso ir jamás. Ahora, si los clubes quieren que me vaya es otra cosa. Yo no me voy. De la AFA me sacan con los pies por delante", decía Grondona.
Además, tenía un alto cargo en la FIFA desde 1988. También, hasta su último día de vida.
"Como vicepresidente de la FIFA, tengo más poder que cualquier político de la Argentina", apuntaba.
También, a nivel de clubes, fue el fundador del club Arsenal en 1957, y el presidente del Independiente de Avellaneda.
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