David Faitelson / ¿A quién les vas? David Faitelson (03 diciembre 2024)

 Me lo preguntan como 18 veces al día: ¿Le vas al América? Lo niego enseguida con una sonrisa que seguramente, en el curioso cuestionador -espero que no sea así- deja demasiadas sospechas.

La semana pasada, en la transmisión del América -Toluca de los Cuartos de Final, me involucré tanto en la película y el desarrollo del partido que, cuando cayó el primer gol- que, coincidentemente, fue del América, me levanté del asiento del asiento de forma impulsiva.

Enseguida, había prisa, una "prisa viral" por demostrar que yo había festejado el gol del América y que, por lo tanto, soy aficionado de ese equipo. El domingo por la noche, en el programa La Jugada de Televisa, se hizo una encuesta sobre si yo era seguidor del América. ¿En serio es tan importante eso?

Parece que los tiempos del periodismo han cambiado radicalmente. En la escuela y en la época donde yo me formé, el periodista debía mantener una secrecía sobre el equipo del que era aficionado, porque es obvio que cuando uno abraza esta carrera, en la que la pasión por el deporte es esencial, uno tiene -casi debe- tener preferencias por uno u otro equipo.

"Los periodistas no festejamos goles", me dijo en algún momento el maestro -mi maestro- José Ramón Fernández. Y entendí que, cuando aceptas ser parte de esta maravillosa profesión, también debes renunciar a una de las grandes satisfacciones de la vida: la pasión por un equipo, por unos colores, que, obviamente, tengo y tenemos todos lo que nos dedicamos a esto.

¿Cuántas veces no me tuve que aguantar, detrás de la portería, en plena cancha, mientras hacia la nota de color, para no mostrar ningún tipo de sentimientos por lo que ocurría en la cancha? Me agarraba lo que tenia que agarrarme, pero no lo hacía.

Los tiempos, indudablemente, han cambiado. Hoy veo a periodistas y comentaristas opinando con la camiseta puesta -abiertamente, sin reserva alguna-. Están, obviamente, en el derecho y en la libertad de hacerlo, pero yo me pregunto: ¿Dónde queda la objetividad y la imparcialidad que debe tener un profesional de la comunicación? ¿Qué les hace diferente a ellos de un aficionado?

No comulgo con esa idea, aunque entiendo que vivimos tiempos donde el periodismo convencional, tradicional -serio- se confunde con todo lo que aparece en línea en las redes sociales: influencers, creadores de contenido, "reporteros" de You Tube, streamers, etc... Dentro de esa mezcla, se genera confusión y ya no sabemos quién es realmente quien.

Recuerdo algunos episodios vergonzosos en la sala de prensa de los estadios en Estados Unidos, cuando juega la Selección y el altavoz, del director del recinto, pidiéndoles a los "periodistas" que no festejen los goles de una Selección. "Pero...Si es la Selección Mexicana y nosotros somos mexicanos", me increpó uno de ellos.

Primero, habrá que entender, que la Selección de futbol de México representa al futbol de ese país y no al País como tal y que, cuando eres periodista, renuncias a cualquier manifestación que pueda mostrar tu predilección por una u otra selección. Es así, como bien lo dice Luis García: "Decidir, es renunciar...".

Entiendo y también no entiendo la desesperación por saber a qué equipo le voy. Pareciera que, al descubrirlo, me convierto en uno de ellos, pertenezco a "la manada". Y en efecto, claro que tengo un club y tengo un amor y una pasión por esos colores, pero también tengo el derecho de guardarlo celosamente, porque entiendo que, cuando yo les hable a los telespectadores o cuando escriba aquí, la gente esperar el punto de vista de un profesional y no de un aficionado.

Esa una pena. Ustedes no saben cuanto extraño aquellos domingos de futbol, frente a la televisión en compañía de mi padre, donde me sudaban las manos y mi corazón latía a tope mientras mi equipo luchaba en la cancha por conseguir el triunfo.

En la vida, tienes que renunciar a muchas cosas. Yo renuncié a esa pasión y a esos colores para abrazar la carrera que tengo. Sigan preguntando cuál es mi equipo, sigan insinuado y buscando un color en mí, yo seguiré sonriendo tímidamente. Es algo que me pertenece, no tengo porque exteriorizarlo ni compartirlo. Punto.

X: @DavidFaitelson_

Comentarios

Entradas más populares de este blog

No costó tanto San Cadilla EN EL NORTE

'Bomba' de humo San Cadilla EN EL NORTE

Rayados, Funes, Canales y su lesión San Cadilla EN EL NORTE